Córdoba es una excelente puerta para conocer la cultura y la identidad de la región pero, además, es una puerta estratégica para acceder a las áreas serranas y sus ofertas de recreación y contacto con la naturaleza. El atractivo básico de la Provincia de Córdoba está directamente vinculado con sus paisajes de sierras y valles y su clima agradable, lo que la convirtió, desde fines del siglo XIX, en el primer destino turístico del interior del país. Los ríos y arroyos serranos, con su gran variedad de playas de arena, junto con los numerosos lagos artificiales existentes en los valles y el gran espejo de agua salada de la Mar Chiquita, constituyen la oferta básica de Córdoba para disfrutar el sol en contacto con la naturaleza. Además, los lagos permiten la práctica de diversas actividades y deportes náuticos, asociando el estar del día con la recreación al aire libre. Por esa razón, los hoteles en Córdoba presentan beneficios para sus huéspedes.

Los Caminos del Vino en Córdoba presentan una característica particular por su ubicación, dado que, gracias a su proximidad, permiten conocer simultáneamente bodegas, productores artesanales y viñedos junto con las Estancias Jesuíticas, el antiguo Camino Real y rutas alimentarias (en el área Norte), lagos, sierras, microclimas y artesanías (en Calamuchita, Traslasierras y Noroeste). En Córdoba se encuentra uno de los pocos sitios de patrimonio mundial del país: se trata de la Manzana y las Estancias Jesuíticas, inscripto por UNESCO en el año 2000. El “Camino de las Estancias Jesuíticas” reúne los testimonios de la presencia y la acción de la compañía de Jesús a lo largo de los siglos XVII y XVIII, cuyos efectos continúan en el presente. Una serie de conjuntos monumentales en la ciudad de Córdoba y en el interior de la provincia permiten el desarrollo de actividades de turismo patrimonial y el conocimiento de variadas experiencias de cultura regional a lo largo de cuatro siglos de historia.

La ciudad de Córdoba así como localidades del interior provincial ofrecen la excelencia de sus museos junto con la experiencia de sus ofertas académicas, de espectáculos teatrales y musicales, de ferias y congresos y la vitalidad de una cultura que asocia continuidades históricas con las potencialidades del presente. A ello se agrega la diversidad de ofertas culturales temáticas, patrimonio local, festivales, tradiciones, gastronomía del interior de la provincia, que configuran una situación de alta diversidad para las prácticas y experiencias de los visitantes interesados en conocer patrimonio, arte, folklore, tradiciones y costumbres, peregrinaciones y devociones religiosas que marcan la identidad de Córdoba turística y cultural.