Una de las personalidades ilustres que Córdoba dió al mundo, es el Cura Brochero. La obra del sacerdote en las Sierras de Córdoba será recordada por siempre, tanto que ha llegado a los ojos del Vaticano y se espera su santificación.

Desde Santa Rosa, la ciudad que lo vió nacer, llegó para integrarse al seminario Nuestra Señora de Loreto y a estudiar en la Universidad. Con los años,  el joven joven José Gabriel del Rosario Brochero se ordenó como sacerdote y forjó un círculo de amistades que lo acompañaron siempre. Como parte de los recorridos del turismo histórico y religioso de la ciudad de Córdoba, es posible conocer los sitios que lo vieron pasar. Entre los que se encuentran los espacios que lo tuvieron como estudiante, y luego como sacerdote.

La Iglesia de la Compañía de Jesús, donde por aquel entonces los devotos de la Inmaculada Concepción de María celebraban su fiesta, en la antigua iglesia que había pertenecido a los jesuitas. En la la Residencia Jesuítica el Cura Brochero, ya sacerdote, concurría frecuentemente para hacer ejercicios espirituales personales en la Capilla Doméstica. En la Iglesia Catedral, en 1867, el obispo lo designó capellán de coro de la Catedral, debiendo asistir a las solemnidades diurnas y nocturnas. Luego, asisitió a los enfermos del cólera durante la epidemia de 1867.

La historia del Cura Brochero es uno de los orgullos de la provincia. Los que llegan a recorrer los lugares que el sacerdote frecuentaba durante su estancia en la ciudad, tienen la posibilidad de reservar online en los hoteles en Nueva Córdoba, los cuales, gracias a su ubicación privilegiada, brindan acceso al recorrido, en cuestión de minutos.