A orillas de arroyos y ríos que se lanzan por la geografía serrana, trasladando aguas cristalinas, las posibilidades para refrescarse son infinitas. Con todos los servicios o manteniendo su aspecto agreste, las playas cordobesas ostentan sectores de poca profundidad que resultan indicados para disfrutar con toda la familia; y otros con hoyas, que atraen a quienes prefieren nadar en un marco de naturaleza pura. La belleza de estos paisajes aparece exaltada por la presencia de saltos y cascadas, formados por el paso del agua sobre formaciones rocosas o accidentes del relieve. Estos paisajes se completan con el tinte verde de una vegetación ribereña que también regala su frondosa sombra para refugiarse del sol.

El entorno natural que ofrece el área de Sierras Chicas, es ideal para realizar actividades al aire libre. Los lugares recomendados para visitar son la Reserva Hídrica Natural Parque de La Quebrada, ubicada en la localidad de Río Ceballos, que posee un hermoso embalse homónimo, en donde se pueden practicar deportes náuticos como canotaje y el windsurf y pescar especies como pejerrey y carpa. A pocos kilómetros del cordón montañoso de las Sierras Chicas, se encuentran dos importantes localidades festivas y culturales como son Colonia Caroya, y la tradicional ciudad de Jesús María, sede del consagrado Festival de Doma y Folklore, considerado uno de los espectáculos de jineteada más importante de Latinoamérica.

Los arroyos que bajan silenciosos desde las sierras, se unen en el pintoresco valle del circuito traslasierras para dar origen a los ríos Mina Clavero, de aguas frías, Rugapampa, Panaholma, de aguas templadas y Nono. A su vez, las el Mina Clavero y el Panaholma dan origen al Río de los Sauces que desemboca en el Dique La Viña, el más alto del país con 102 metros. Por el “Camino de la Costa Verde” se encuentran los pueblos como Nono, Yacanto, San Javier, Villa Cura Brochero y Mina Clavero, que comparten la particularidad de poseer bellísimos balnearios.